La Isla es otro 26

Han pasado 67 años, mas el Moncada es presencia viva en la memoria de los cubanos y aliento renovado. Marca la suerte colectiva no solo por transformar a Cuba, sino por inspirar nuevos logros.

Con Martí y Fidel, eternamente vivos, ¡Siempre es 26!, enarbolan por doquier los colectivos, en una recordación distinta, sin masivo acto, obligados por la amenaza de la epidemia, pero con iguales sentimientos y compromisos con los héroes y mártires de la hazaña.

Los barrios sacaron sus banderas y cada casa y centro de trabajo devienen plazan de celebración, engalanaron calles y viviendas, los trabajadores de varias trincheras dedican tributos y realizaciones como la de la Empresa Eléctrica con las lámparas LED colocadas en la autopista de acceso a la capital local, ascensos y condecoraciones en las Far, el Minint y obras terminadas.

Así se multiplican las acciones en una jornada de homenaje que hace de estos días otro Moncada cual estallido cotidiano y necesario que continúa derribando muros de dificultades, cercos y mentiras.

Haydée Santamaría Cuadrado, una de las dos mujeres participantes en las acciones del 26 de julio de 1953, rememoró algo difícil de olvidar: “Estábamos allí con tal seguridad de que si Fidel vivía, vivía el Moncada, … habría muchos Moncada”.

Las motivaciones de la Generación del Centenario siguen en pie: lo dieron todo para que los suyos nunca más fueran humillados en una esquina con un culatazo; para dejar atrás siglos de ignorancia; para que un cubano no mirara al otro por encima del hombro; que el color oscuro de la piel dejara de ser maldición; las mujeres no fueran abusadas y desterrar el egoísmo, la injusticia y la desesperanza.

En Presidio pinero aquellos muchachos prosiguieron demostrando que nada los detenía, que su opción era la victoria, como la que empezaron conquistando aquí el 15 de mayo, con su excarcelación hace 65 años.

Pero a los nexos del territorio con el Moncada se suman la presencia de Jesús Montané entre los asaltantes, la reconstrucción por el propio Fidel en la cárcel de su alegato de autodefensa en el juicio, conocido como La historia me absolverá, el programa cumplido por la Revolución desde sus primeros años, y la consigna nacida aquí, símbolo de la confianza en la victoria que alecciona el 26 de Julio.

Eso entraña el Sí se puede enarbolado por Raúl Castro en el acto central por el Día de la Rebeldía Nacional en la Isla de la Juventud en 1994, uno de los años más adversos.

Si hoy los jóvenes, como les dijera recientemente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, encontraron su Moncada en las épicas misiones frente a la COVID-19, la segunda ínsula del heroico archipiélago es otro 26 que asalta cada día el futuro.

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26 de Julio 2020 Isla de la Juventud
Diego Rodríguez Molina
Diego Rodríguez Molina

Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana. Tiene más de 40 años en la profesión

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