La familia sigue ahí…

Foto: Archivo

A quien no quiere caldo, se le dan tres tazas, reza un viejo refrán popular. El tema es que durante meses los pineros estuvimos clamando por la lluvia luego de una intensa sequía, de hecho éramos uno de los territorios más afectados del país y al parecer fue tan intensa la petición que ahora este temporal parece no tener fin.

No precisamente hablaré de los chaparrones que por estos días desbordan ríos y otros embalses en la Isla, tan solo han sido un pretexto para comentarles que ni la naturaleza impidió que este 15 de Mayo se dejara de festejar el Día Internacional de la Familia, instituido por la Asamblea General de las Naciones desde el 20 de septiembre de 1993.

Y aunque no se armó un rumbón, quizá por el mal tiempo, sí fue motivo para que en este territorio se realizaran diversas acciones encaminadas a difundir el papel de la familia como célula fundamental de la sociedad.

Un ejemplo de hecho lo constituyó el foro debate desarrollado en el céntrico Centro Tecnológico Recreativo, en coordinación con los Joven Club de Computación y la Federación de Mujeres Cubanas  (FMC).

El atractivo lugar desde bien temprano en la mañana abrió sus puertas para que los usuarios pudieran interactuar y reflexionar acerca de ese lugar al que muchos comparan con una casa grande y donde uno suele encontrar sosiego, abrigo, seguridad, alegría y fuerzas para materializar sueños.

El eje central fue “La familia cubana: unidad básica de la sociedad”, el cual suscitó otros relacionados con la continuidad de estudios de los adolescentes y jóvenes, su responsabilidad ante el estudio tanto en la escuela como en el hogar, el apoyo y la exigencia por parte de sus integrantes.

Tanto este foro y el resto de las acciones realizadas en la localidad propiciaron que se generara una mayor conciencia en cuanto al fortalecimiento del rol de la familia, esa que al menos esta reportera aprendió a valorar a partir de los valores transmitidos por sus padres.

Para algunos esta se encuentra en trance por sus cambios a partir de la propia evolución de la sociedad. Hoy se aprecian más divorcios, matrimonios no legalizados, uniones que no siempre son conformadas por heterosexuales…pero la familia existe, ahora con otros matices.

Sigue ahí, no como un contrato de fidelidad, procreación y perpetuidad como manifestó en una entrevista Patricia Arés,  directora del Programa de Asistencia a la Familia del Centro de Orientación y Atención Psicológica, sino como un compromiso de amor, apoyo y reciprocidad, cuya durabilidad depende de la fuerza de la intimidad y los sentimientos que unen a sus integrantes.

Por eso y más sigo apostando por la familia, sea pequeña o grande; negra, blanca o amarilla; sanguínea o por afinidad… No importa como esté conformada, lo fundamental es defenderla y regarla con el mismo amor con que el Principito, del francés Saint-Exupér, lo hacía, al punto de verla como única en este mundo aunque en el jardín había cientos como ella.

 

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Isla de la Juventud
Karelia Álvarez Rosell
Karelia Álvarez Rosell

Licenciada en Defectología en la Universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo con más de 30 años en la profesión.

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