La familia ha sido siempre esencial para la formación de los niños, siendo la primera institución responsable de su desarrollo integral, por eso durante el mes de octubre tuvieron lugar las Escuelas familiares, proceso político realizado por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) de la mano del Ministerio de Educación.
Se trata de un conversatorio a modo de conferencia sobre el fortalecimiento de los valores en escuelas primarias, secundarias y preuniversitarias con el propósito de fortificar el vínculo escuela-familia, que, aunque en el Municipio se efectuaron los encuentros planificados con muy buena calidad, aún persiste la indiferencia por parte de ciertos padres respecto a la importancia de encuentros de esta índole.
Así, algunos de ellos llegan al aula con la disposición de apenas firmar la hoja de la asistencia y “escuchar” tan cerca como desde la puerta la conferencia impartida por el especialista, proyectada a través del televisor.
Como si el consejo oportuno no tuviese el mínimo valor, a veces se olvida que es en el hogar donde se crea la base afectiva de los más profundos sentimientos humanos como el amor, la comprensión, el cariño, la ternura y la dedicación, ejes fundamentales para el desarrollo del niño, complementados con posterioridad por el proceso docente educativo.
Sin embargo, más allá del ámbito afectivo, el afán de este proceso está en resaltar el papel del núcleo familiar en la preparación de los más pequeños, lo cual responde a una de las demandas del Tercer Perfeccionamiento del Sistema Educacional cubano.
Para aquellos que lo ven como algo efímero y sinónimo de “más de lo mismo”, sepan que esta política aboga por que el niño alcance un currículum integral a partir de esa interrelación, poniendo de manifiesto el enfoque participativo dentro del proceso pedagógico.
En tiempos donde estas relaciones generan serios debates y polémicas y ante un mundo en el que el avance de la tecnología en ocasiones distancia la convivencia y el intercambio, se hace imprescindible reforzar el valor de la referida organización básica de la sociedad, siempre sobre la base del respeto.
Desafortunado es que no siempre los vínculos trascienden en positivo y existen casos que han terminado en actitudes violentas, cuando el objetivo primordial es actuar en armonía para satisfacer las necesidades que expresa y manifiesta el colegial.
La familia cubana, en sentido general, ha cambiado en las últimas décadas, con una diversidad de estructuras en las cuales hoy se ve limitada parte de sus funciones como la educativa. En ese sentido se reducen la comunicación y el control sobre los hijos, quienes suelen actuar de forma incorrecta o desajustada en diversos entornos.
Hoy no se trata de legar responsabilidades, sino de actuar al unísono, fomentar y mantener un clima cálido y acogedor, de confianza y respeto; que los padres se sientan parte viva de la comunidad escolar, compartan información y experiencias, es la mejor manera de ayudar mutuamente en la intervención educativa y lograr el pleno desarrollo de las capacidades del educando.
Casandra, te felicito por tus comentarios respecto a la educación de los niños y jóvenes en la actualidad. Te apoyo incondicionalmente, es muy importante el papel de la familia, no podemos dejar que el avance de las tecnologías nos arrebaten de las manos la educación de nuestros hijos, que se sumerjan en ese mundo sin por lo menos tener nuestros criterios oportunos para que sepan a que se enfrentan. En estos tiempor los educandos suelen actuar con actitudes prepotentes he inmaduras con el fin de imponer sus propósitos; tenemos que estar preparado para saber atajarlos a tiempo, en fin, no descuidarnos para no perderlos.
Ha sido un placer poder opinar sobre tu artículo, y sobre todo contemplar tu bello rostro, me gustaría ser tu amigo, eres muy inteligente, ojalá aceptes. Felicidades nuevamente.