La decisión de Roxana

No esperaba que fuera tan joven, 19 años, sin embargo su decisión avergüenza a miles de inescrupulosos que solo se preocupan por la economía; ella prefirió salvar vidas.

Su actuación en esta hora crítica para el mundo me hizo recordar unas palabras del Che sobre la juventud.

Roxana, junto a sus padres, orgullosa de la tarea cumplida.

Decía el legendario guerrillero: “El aspecto fundamental en el cual la juventud debe señalar el camino es precisamente en el aspecto de ser vanguardia en cada uno de los trabajos que le competen”.

Y así lo hizo Roxana Gamboa Rodríguez, graduada hace poco más de un año de técnico medio en Enfermería, quién no dudó en arriesgar su vida para sanar a los pacientes con la letal enfermedad.

El diálogo transcurre en la sala de su casa en el reparto Antonio Sánchez Díaz (Panel I) en La Fe, aún sin apagarse la emoción por el masivo recibimiento de los vecinos, luego de 21 días en la llamada “zona roja” del hospital general docente Héroes del Baire.

No titubeó en contarme que en un principio tuvo miedo, sin embargo, fue más fuerte la decisión de dar el paso al frente.

Había atendido casos difíciles desde su graduación en la sala de Observaciones, pero esta nueva tarea superaba lo imaginable.

Siempre contó con todos los medios de protección para garantizar su seguridad.

Al decir de ella solo contaba enfrentar un combate inédito para el país, así que pasó la preparación intensiva y de pronto se vio en la caliente, como se dice en el argot popular.

Anécdotas muchas, refiere, como cuando trató a un niño de meses y a otro de nueve años, que para nosotros son de especial cuidado.

“Hubo que hacer de todo”, expresa esta muchacha, la más joven del colectivo de médicos y especialistas integrantes de su equipo.

“Fue una experiencia inolvidable que ojalá nunca más se repita, porque es duro ver a las personas angustiadas por algo desconocido, de ahí que tuvimos que dar hasta tratamientos sicológicos y sobre todo mucho amor”.

Desmintió a los medios del imperio y aseguró que a diferencia de sus calumnias, aquí el personal de la Salud sí cuenta con los medios de protección necesarios, y afirmó: “Fue mi primera y más importante misión, como muchos de mis compañeros cumplen en otras partes del mundo”.

Salgo feliz de esa casa donde expresan su agradecimiento a la Revolución y a Fidel, quien puso su esperanza en los jóvenes.

Con ejemplos como el de Roxana y de miles que sin importar las lluvias y el intenso calor acorralan al virus, esta contingencia será vencida como muchas, porque la juventud es continuidad, como dijera el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

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Pedro Blanco Oliva
Pedro Blanco Oliva

Licenciado en Literatura y Español en la universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomado en Periodismo con más de 40 años en la profesión

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