La casa de los años plateados

La Casa de abuelos de La Fe está en óptimas condiciones después de la inversión realizada. Foto: Marianela Bretau Cabrera

Un juego de dominó, varios rostros longevos y un local en óptimas condiciones encontré en la Casa de abuelos La Edad de Plata ubicado en La Fe en un día frío y lluvioso.

La esperanza y alegría, sin dudas, se hallaban en una ficha del gustado juego, donde también participaba una de las asistentes que atiende a este grupo etáreo, mientras otros abuelos descansaban en unas sillas cercanas o caminaban para estirar las piernas.

Esta instalación, perteneciente al Hogar de ancianos Comandante Andrés Cueva Heredia, recibió recientemente una inversión de más de 193 000 pesos en CUP y 127 000 en CUC en pos de mejorar las condiciones materiales y elevar la atención a personas de la tercera edad, precisó la licenciada Yanet Cabrera Céspedes, su directora.

Hoy los nueve abuelos que asisten a la Casa disfrutan de un mayor confort y disponen de baños nuevos, juegos de mesas de madera preciosa, dos televisores modernos, 12 ventiladores, juego de mueble cómodo, un piso completamente nuevo, así como la luminaria, entre lo más significativo del trabajo constructivo allí.

Leandro y Ceida, dos longevos contentos de asistir allí. Foto: Marianela Bretau Cabrera

A Leandro Cancio Lamela, de 73 años, le agrada mucho el lugar y con un gesto aprobatorio expresa las comodidades y la atención que reciben de siete y media de la mañana hasta las cinco de la tarde, de lunes a viernes y los sábados hasta las 12 del mediodía.

Debido a la remodelación capital de la casa de abuelos del poblado santafeseño, la tarifa a pagar se incrementó de 25 a 180 pesos en moneda nacional, a lo que la directiva Cabrera Céspedes comenta: “esa cifra varía según el sustento económico de la familia, pues en el caso de los que no puedan pagarla el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social realiza un estudio y subsidia la diferencia, reflejo de las bondades de nuestro sistema para con el adulto mayor.

“Aquí –subrayó– reciben desayuno, meriendas en la mañana y en la tarde, almuerzo e incluso comida, en las cuales no le falta leche, carne de pollo y res, queso para el pan y hasta helado; sin dejar de mencionar que mantienen su cuota de la libreta de abastecimiento”,.

Un equipo multidisciplinario integrado por la doctora, rehabilitadora, psicóloga, trabajadora social, terapeuta, asistente, enfermera, entre otros especialistas, está a cargo del cuidado de los longevos asistentes, prioridad del gobierno cubano ante el pronóstico de que Cuba se halla entre las naciones más envejecidas para el 2025.

La realización de actividades culturales y recreativas sustenta también el quehacer de este centro en pos de elevar la calidad de vida de los ancianos y enfrentar el envejecimiento de la población de manera más armónica, teniendo en cuenta que la esperanza de vida al nacer de los cubanos supera los 77 años.

“Todos los días hacemos gimnasia matutina, nos llevan de paseo por los museos y tenemos muy buena atención”, refiere complacida la octagena Ceida Vega Buena, a lo cual Cancio Lamela agrega contento: “hace poco fuimos a una actividad en el Manantial (proyecto sociocultural comunitario) donde participaron todos los círculos de abuelos de la zona y estuvo muy bueno”.

Adaneydis Blanco Naranjo, psicóloga de la instalación, señaló acerca de la importancia de la ejecución de diversas acciones encaminadas a estimular la vitalidad del adulto mayor a través de charlas educativas, celebración de cumpleaños colectivos, eventos culinarios, trabajo de manualidades como terapia ocupacional, tardes literarias y recorridos por lugares históricos y culturales.

Aunque la capacidad de este reluciente lugar está prevista para 30 que peinan canas, sólo asisten nueve en total, cifra ínfima respecto a la ascendente longevidad, por lo que urge dinámicas en el área de salud para la incorporación de personas de la tercera edad a la Casa como medio de distracción y enseñanza para enfrentar esta etapa con mayor alegría y satisfacción.

Es deber de la sociedad y el Gobierno ofrecer a los abuelos las condiciones óptimas y el cuidado esmerado para envejecer con una sonrisa siempre en el rostro y la alegría de tener una casa plateada.

 

Los abuelos disfrutan de los juegos pasivos junto a una de las asistentes. Foto: Marianela Bretau Cabrera

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