Es por ti mi Comandante
inolvidable y martiano
que guarda el pueblo cubano
tu corazón de gigante.
Fue tu insigne dignidad
ejemplo en el mundo entero
y un mensaje valedero
de amor por la humanidad.
En la tierra más ufana
tienes un sitio de honores
orlado de bellas flores
y una bandera cubana.
Un pensamiento brillante
forjó tu estirpe mambisa
y allí, en la breve sonrisa,
tu barba de Comandante.
Legendario combatiente
de la lucha libertaria
tu fe revolucionaria
nos quedó como simiente.
¡Cuánto hemos extrañado
aquí tu grande presencia
y lo bello de la esencia
de tu vida y tu legado!
Allí en tierra santiaguera
arropado en su heroísmo
te acompaña el patriotismo
de este pueblo y su bandera.
En la historia victoriosa
de nuestra Revolución
eres eterno bastión
de la lucha más gloriosa.
¡Descansa en paz Comandante
que tu ejemplo está seguro
forjaremos el futuro
seguiremos adelante!
Por Sara Portuondo Rodríguez
Otros artículos del autor:
- None Found
