
En su 122 aniversario –como es tradición cada año– este 26 de Julio se reunieron jóvenes de varios sectores, combatientes, oficiales de instituciones armadas y representantes de las organizaciones políticas y de masa para homenajear en simbólica peregrinación al primer mártir pinero, Bruno Hernández Blanco.
Con banderas, pulóveres alegóricos a la recordación y carteles, una multitud de las nuevas generaciones junto a veteranos marcharon hasta el obelisco de mármol gris erigido a su memoria en el cementerio de la capital local, para rendir tributo a él y a los alrededor de 150 jóvenes participantes en el levantamiento armado de Nueva Gerona, el 26 de julio de 1896.
Los participantes, encabezados por dirigentes del Partido y el Gobierno en el Municipio, reafirmaron su compromiso con la Revolución, a la vez que recorrieron calles que fueran escenario de la insurrección, aquel día de la Santa Ana, cuyo objetivo fue ocupar el cuartel de caballería y secuestrar al coronel español José Bérriz para obligarlo a deponer las armas y distribuirlas entre quienes se incorporarías a los independentistas en su invasión a Occidente.
Aunque la acción no logró un resultado esperado, su heroísmo trascendió más allá del ámbito local, alentó a los mambises en el campo insurrecto e inspiró a los continuadores.


