¿Hijas cuidadoras?

Varios informes e investigaciones lo reflejan, en unos 20 años Cuba será la nación más envejecida del área de América Latina y el Caribe. Se estima, además, que en el 2050 se convertirá en una de las 11 en igual categoría de todo el orbe y sus consecuencias ya son palpables en las familias cubanas y pineras.

No pocas féminas en edad laboral se debaten hoy entre dejar o no sus empleos para atender a los ancianos de casa, al ser hijas únicas o no contar con el apoyo del resto de los parientes.

En nuestra sociedad no ha desaparecido el estereotipo de que es la mujer la responsable del cuidado de los hijos y el hogar por lo que con este fenómeno del envejecimiento poblacional, a sus tareas habituales se suma la atención de los adultos mayores, situación esta que atenta contra el necesario crecimiento de la fecundidad, al decidir ella, en no pocas ocasiones, no tener varios descendientes por la sobrecarga que representa asumir la atención de un anciano.  , ¿Qué pasará entonces con los años de trabajo de quienes no tengan otra opción que hacer de hijas cuidadoras? En un tiempo no muy lejano, cuántas dejarán de aportan a la economía nacional.

Estas y otras interrogantes se ponen sobre el tapete en la actualidad y el país hace frente a lo que desde ya constituye un reto.

En total correspondencia con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución se implementan políticas públicas encaminadas a las necesidades de los adultos mayores e incentivar la fertilidad y también está la figura del cuidador de enfermos, personas con discapacidad y ancianos, pero deberán proyectarse otras propuestas de intervención para el apoyo a la mujer.

Igual de importante es la vital cooperación de los más jóvenes y en ese sentido tienen las madres gran responsabilidad en su educación y fomento del respeto por quienes ya peinan canas y son parte del núcleo familiar.

Aunque las féminas siempre serán cuidadoras natas, les toca a todos los miembros contribuir desde el amor y la preparación traducida en la búsqueda de ayuda técnica, independientemente de las condiciones en que se encuentren los abuelitos para contribuir a mantener sus reservas funcionales y facilitarnos su atención, al tiempo que podamos continuar con nuestras obligaciones sociales.

 

 

Otros artículos del autor:

Opinión
Yojamna Sánchez Ponce de León
Yojamna Sánchez Ponce de León

Licenciada en Literatura y Español en la universidad Carlos Manuel de Céspedes, Isla de la Juventud. Diplomada en Periodismo

Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *