La juventud de estos tiempos tiene ante sí el enorme reto de dar continuidad a un proceso histórico pensado en favor de todos los cubanos pero, a la vez, transformarlo desde cada arista en función de hacerlo más inclusivo y dinámico.
Constituye esta precisamente la principal motivación para Yésica Ojeda Ortiz, joven de 29 años que esta semana tomó posesión en el territorio como fiscal, cargo al que van unidas la responsabilidad y ética de las que la novel profesional ha hecho gala.
“Recibir esta toga representa un momento trascendental para mí porque marca una pauta, de aquí en adelante corresponde seguir trabajando con la objetividad y el sentido de justicia que amerita esta labor.
“En el grupo de familia, que es donde me desempeño, se acercan muchos cambios a partir de la aprobación de un nuevo Código de las Familias –aún en medio de un debate popular– y ello exige una autopreparación constante”.
Formar agentes de cambio dentro de una sociedad en constante evolución, buscando siempre la excelencia en sus servicios, ha sido prioridad de la Fiscalía General de la República, meta que al cabo de sus 47 años de creada tiene en la Isla de la Juventud un respaldo seguro.
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