En la Lino Figueredo hay respuestas y voluntad

Juan Alberto Pupo Batista demuestra con el esfuerzo de sus brazos cuánto más se puede hacer si de producir alimentos se trata en comunidades alejadas de la ciudad cabecera de la Isla de la Juventud, en tiempos que requieren de dar más y reclamar menos.

Beto muestra su plantación de piñas. Foto: Casandra Almira Maqueira

Beto, como le llaman los vecinos en la antigua escuela al campo número 20 Lino Figueredo, transformada en comunidad, no escatima en sacrificios cuando el país llama a laborar hasta el mínimo pedacito de tierra, como recalcaron allí los miembros del Consejo de Defensa Municipal (CDM) en reciente tarde.

“En esta hectárea de tierra –dice mientras señala alrededor– tengo sembradas ya 700 matas de piña, además de algunas de plátano, boniato, ají cachucha, cebolla y coco; pero voy poco a poco, todavía  queda parte de terreno por limpiar de la maleza y el marabú.

“Algunos compañeros de esta propia comunidad tienen siembras, pero falta que todos se unan y apoyen esa idea; aquí podemos sembrar piña y frutales y con eso vamos avanzando y se garantizan los jugos y dulces para los niños…eso sí se puede, siempre que se quiere, se puede”.

Así lo afirma Beto, quien además, trabaja como agente de la seguridad en el grupo electrógeno de La Fe perteneciente a la Empresa Eléctrica. Ahora con las indicaciones de Zunilda García Garcés y Liván Fuentes Álvarez, presidente y vicepresidente del CDM, respectivamente, duplicará los esfuerzos en sus parcelas en respuesta a una de las prioridades de la nación.

La Presidenta del CDM insiste en la necesidad de producir alimentos y volver a la nueva normalidad. Foto: Casandra Almira Maqueira

“Esa es hoy la máxima prioridad –insistió García Garcés– junto a la lucha contra el coronavirus Sars-CoV-2, respecto a la cual debemos trabajar unidos para detener la trasmisión y volver a la nueva normalidad”.

María Cruzata Calzadilla, enfermera de la comunidad, con subordinación al Policlínico número tres Orestes Falls Oñate, destacó dificultades con el abasto de cloro para mantener húmedos los pasos podálicos y llenos los pomos para la desinfección.

“Contamos –dijo Cruzata Calzadilla– con 196 pacientes a quienes les realizamos la pesquisa diaria con la ayuda de una enfermera del hogar de ancianos Andrés Cueva Heredia y una estudiante de segundo año de Análisis Clínico; a pesar del déficit de cloro hacemos lo posible por mantener las medidas en los tres establecimientos aquí: el consultorio, la escuelita y la bodega”.

En la Lino Figueredo se extrema la higienización, hasta este momento allí no han existido casos positivos a la covid-19, pero ha sido el uso obligatorio del nasobuco y la disciplina de la vecindad la razón de que hasta ese paraje no haya llegado la pandemia.

Liván exhorta a recuperar las tierras aledañas. Foto: Casandra Almira Maqueira

Ahora resta otra tarea también de suma importancia y es la de sacar fruto a las vastas tierras a su alrededor, sobre lo cual Fuentes Álvarez instó, al no contar en el territorio con los recursos de los que se disponía en la etapa anterior, a potenciar la cría de animales y a recurrir a formas tradicionales para recuperar “a fuerza de brazo lo que dejaron al marabú invadir”.

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Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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