El Partido como arma crítica

Si algo distinguió a la asamblea de balance municipal de Sancti Spíritus fue la capacidad crítica de los delegados. El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel presidió este espacio con plena atención a lo que aportaba cada intervención.

El discurso inicial lo ofreció Julio Luis Jiménez López, Primer Secretario del Comité Municipal del Partido en Sancti Spíritus, quien ofreció una panorámica del trabajo del Partido en el territorio que incluyó cuánto falta por exigir en los sectores de producción agropecuaria y cuánto más se debería hacer en las comunidades vulnerables.

Luego expusieron varios delegados haciendo énfasis en las maneras en que el desarrollo industrial a través de la economía circular favorece el autoabastecimiento, la convocatoria de jóvenes militantes y no militantes, el trabajo articulado en las bases, el encadenamiento de la producción, la recuperación del atraso en algunas empresas y sectores, la capacitación para la batalla comunicacional, el reto de la batalla ideológica en todos los ámbitos y la misión de incorporar mejores cuadros para las comunidades.

La delegada Diana Zuleica Estévez expuso que cuando el 6 de enero entró la caravana Fidel dijo que Sancti Spíritus no podía ser una ciudad más. Y por lo expuesto, se constata que no es una ciudad más. «Los comunistas espirituanos estamos reunidos también aquí recordando a Lenin, en el aniversario de su fallecimiento: el hombre que hizo una Revolución Socialista con el marxismo de vanguardia».

Jairo Alberto Pacheco, secretario del núcleo del Partido de la emisora Radio Vitral expuso que la Revolución necesita comunicarse de una manera más efectiva y las redes digitales demandan que los militantes comunistas estemos en ellas. Buscar la verdad de la Revolución en las cosas pequeñas, como dos ancianos leyendo el periódico en el parque de Sancti Spíritus. ¿Cuántas cosas podemos sacar de ahí? Tranquilidad ciudadana, normalidad, esperanza de vida.

«Es necesario capacitar a los militantes que no entienden cómo se mueven los algoritmos. No puede ser solo compartir y retuitear, sino generar contenido. No se puede entender que una empresa no haga un comunicado en redes al día, cuando el propio Presidente con tanto trabajo que tiene, se comunica con las audiencias».

«Fui el primer niño que se operó de retinosis pigmentaria en Sancti Spíritus y gracias a eso pude estudiar y pude con lo poco que me queda de vista hacerme máster en este país. Entonces hay que estár más pendientes, ser más eficaces. Es ahora. No luego. La Comunicación Social es vital y hay personas que aún no lo entienden. Es la forma de mostrar el tejido nuestro y lo que no se diga por nosotros lo va a decir el enemigo. Si nuestra agenda pública no forma parte de nuestra cotidianidad, ¿a quién se la dejamos?», agregó Alberto Pacheco.

Las palabras de la Primera Secretaria del Partido en la provincia, Deivy Pérez Martín, siguieron también la línea crítica: «Si esa organización de base no es fuerte y no atiende a la comunidad no podemos lograr los propósitos en el menor tiempo posible, en correspondencia con el radio de acción. El Congreso del Partido nos pidió una transformación inmediata y hay una necesidad de explotar nuestras potencialidades y nuestros conocimientos desde las herramientas que tenemos como Partido. Dinamizar la producción no puede hacerse en un buró, en una reunión, tiene que hacerse en el campo, en el surco, en las comunidades, en los centros científicos».

«Si seguimos haciendo reuniones rutinarias que no analicen a fondo los problemas y los instrumentos de transformación con lo que contamos, nosotros no podemos lograr los resultados que esperamos en la estabilidad económica y el funcionamiento de nuestra labor»,concluyó.

El Secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central del Partido, Roberto Morales Ojeda, pidió la palabra para decir que nuestro propósito es la lucha por la paz, la paz continuada de la Revolución y para eso hay dos grandes retos: la batalla económica y la batalla ideológica: «¿Podemos hablar de fortalecimiento cuando hay una empresa que no ha implementado las nuevas medidas para hacer frente al bloqueo? ¿Podemos hablar de fortalecimiento en un centro educativo cuando su proceso no está formando al hombre nuevo? ¿Podemos hablar de fortalecimiento cuando un centro de servicio no lo está haciendo con la calidad que merece la población? ¿Podemos hablar de fortalecimiento cuando no estamos incorporando a los jóvenes a participar y a militar? Tenemos que repondernos estas preguntas para saber si estamos fortaleciendo la Revolución desde el trabajo del Partido».

«Al frente de los núcleos del Partido tienen que estar los mejores militantes —prosiguió Morales Ojeda— no se selecciona por la edad. Buscamos quien tenga responsabilidad y capacidades, para fortalecer la estructura y dirección a todos los niveles. Y el núcleo tiene que estar al centro de los problemas: cuáles son las principales preocupaciones de los militantes, cuáles son las preocupaciones de los obreros, del pueblo, para poder incidir en transformar esos problemas».

Díaz-Canel aportó su visión de todo lo expuesto: «Hay que partir del análisis de contexto, a qué procesos nos estamos enfrentando y en qué condiciones. Con todas las carencias que tenemos estamos manteniendo las conquistas de la Revolución, aunque el bloqueo nos esté apretando de una manera perversa. Está el bloqueo y la agresividad de la política hacia nosotros. También la COVID-19 nos ha dañado, pero le ha impuesto al mundo ver los fracasos del neoliberalismo con una crisis multidimensional».

«Pero no hablemos solo de resistencia, sino de resistencia creativa. Resistimos esa agresión, pero creando más: más producción nacional, más perfeccionamiento, empresas con una adecuada dimensión que no reaccionen a la ineficiencia subiendo los precios y dañando a la población, más abastecimiento, más control de precios, mayor encadenamiento de todos los actores económicos desarrollados, uso de los presupuestos enfocado en los problemas de las localidades y un aumento de las estrategias de comercio exterior».

«La transformación digital no es publicar en las redes sociales lo que hacemos, sino pensar y preveer lo que vamos hacer también para un fin digital. Romper en ese espacio con la hegemonía cultural, informativa, mediática que quiere imponer el imperio, aunque tengan más ventaja porque tienen la tecnología y los medios, pero nosotros tenemos los valores y las convicciones», añadió.

Hizo énfasis en la importancia del ejercicio legislativo y participativo del Código de la Familia: «No es un Código que niega el tipo de familia que cada cual quiere tener, sino que es un código inclusivo, moderno, que normatiza nuevas formas de familia y nuevos derechos. Y en ese proceso el enemigo tiene puesto los cañones porque quieren fracturar la unidad. Este es un Código que es un homenaje al trabajo de Fidel, Raúl y Vilma y es leal al concepto de Revolución».

«¿Cómo logramos que la diferencia temporal que hay entre las diferentes generaciones no se convierta en una distancia ideológica? Pues hay que trabajar a los jóvenes, darles participación y escucharlas como las tan importantes personas que son dentro de nuestra sociedad; pero con un estilo de trabajo que sea nuevo, que se salga de la rutina».

Además, se refirió a la participación popular, el poder político en manos del pueblo: «Cuando surge una idea que se quiere implementar yo siempre pregunto ¿ya contaron con la gente, ya le pidieron opiniones a la gente, ya sumaron a la gente?. ¿Cómo vamos a lograr que nos apoye la gente si no los incluimos antes en nuestros propósitos?».

«En las manos de nosotros está la capacidad para transformarnos en el menor tiempo posible y lograr la prosperidad que queremos, para que las personas sientan que su proyecto de vida pueda desarrollarse en el barrio, en su centro de trabajo y dentro de la Revolución».

Hay que adentrarse en el cómo hacer política. Concentrarnos en cuáles son las contradicciones, cuáles son las causas de esas contradicciones y desde una posición ética encontrarle la solución a esas contradicciones. Cuando no actuamos sobre las causas, lo que hacemos es poner un parche y el problema sigue porque el parche se cae. Para ello hay que revitalizar el concepto de poder popular que nos legó Fidel para profundizar la democracia socialista, agregó el Primer Secretario, quien añadió que aunque están nuestros espacios tradicionales, hay que buscar nuevos espacios.

Todos los dirigentes tienen que rendir cuentas y no pueden esperar complacencia. Necesitamos que el pueblo participe, dialogue, proponga, critique, subrayó Díaz-Canel.