
Un mayor confort luce en estos momentos la céntrica dulcería El Marino al reabrir sus puertas al público luego de someterse a una reconstrucción que redundará en la calidad de las elaboraciones y del servicio.
Liliam Pileta Durán, administradora del establecimiento perteneciente a la Empresa Alimentaria, explicó que durante diez meses se realizaron labores que resolvieron problemas intervenían de manera negativa en su funcionamiento.
“Se mejoró el piso, parte del techo para así evitar filtraciones en días de lluvia; también el área de de producción, almacenamiento y de elaboraciones terminadas; así como el área de venta, que en la actualidad está climatizada”.
Precisó que las 18 mujeres y hombres que conforman el equipo de trabajo cuentan con mejores condiciones para desarrollar sus faenas y cumplir con las medidas higiénicas sanitarias en función de la inocuidad de los alimentos.

Pileta Durán también puntualizó en tal sentido y teniendo en cuenta las elevadas temperaturas priorizan las elaboraciones secas, tales como gaceñigas, panetelas, masareal, borrachita, entre otros que figuran entre la preferencia de los pineros.
En la dulcería, ubicada en el Paseo Martí, se vela por el cumplimiento de las medidas establecidas en la primera fase post Covid-19, en aras de contribuir al esfuerzo territorial que se materializa aquí con vista a evitar rebrotes de la enfermedad, de la cual hace casi 60 días no se anuncian nuevos casos positivos en la Isla de la Juventud.