“Yo no lo hice para que me lo reconocieran, no fue para eso”, solo atinaba a decir Ada Pérez García con la voz entrecortada, visible muestra de nerviosismo, ante la presencia de esta reportera y de Dianelys Lavadí Mompeller, delegada de la circunscripción 34 del Poder Popular, quienes nos personamos en su casa ubicada en calle 37, frente a la funeraria de Nueva Gerona, para saber de su gesto de infinito amor.
Esta es la tercera donación de insumos médicos que hace esta modesta señora desde su llegada de España, donde viven sus tres hijas. El regalo en cuestión consta de 80 jeringuillas para diabéticos y 40 paquetes de diez agujas cada uno.
“Cada vez que me vendían las compraba y guardaba aunque no las necesitara todas, porque siempre hay alguien al que ayudar. Cuando regresé le di a la vecina una bolsa con un poco de jeringuillas y luego el 30 de junio, día en que me fui a poner la tercera dosis de la vacuna Abdala, llevé otra y se la entregué al personal que allí estaba. Vuelvo a repetir, no lo hice con ningún interés, pienso que si las tenía,era mi deber darlas porque sé que otros las necesitan”.
Y aunque Ada no dio el obsequio buscando loas, su delegada sí le otorgó el valor que corresponde a tan humano proceder y no solo lo hizo público en su zona, sino que lo entregó personalmente en la Dirección Municipal de Salud Pública.
“Quisimos que no pasara desapercibido este gesto que ha tenido la electora porque la Isla de la Juventud como el resto del país está atravesando un momento bien difícil por la situación económica existente y este recrudecido bloqueo de Estados Unidos. Hemos tenido la ayuda de otros pueblos, pero es reconfortante ver cómo esta vecina del barrio también coopera con la Salud desde su modesto aporte. Está dando una lección de humanidad”.
No lo quiso la buena samaritana, mas lo primero que vino a la mente de Ramón Miguel Paz Peña, jefe del departamento de atención médica de la Dirección en manos de quien se depositó la donación, fue subirlo a las redes sociales para que como bien dijera él “todos conozcan de su acción”.
Como Ada existen otras personas de buen corazón que en el anonimato también comparten, no lo que les sobra, sino lo que tienen porque en tiempos difíciles es que se pone a prueba la valía de los seres humanos y echa luz uno de los valores más arraigados en los cubanos, la solidaridad.
