De pie y sin claudicar jamás

Foto: Diego Rodríguez Molina

“Hoy podemos decir, al cabo de 25 años, que la consigna de Sí se puede enarbolada por Raúl Castro no solo fue apoyada en el acto nacional por el 26 de Julio de 1994, sino que nos ha conducido todos estos años, continúa tan vigente como en esos momentos adversos, porque sí se puede y sí se podrá”.

Es la reflexión compartida por Héctor García Gómez, uno de los jóvenes participantes en esa histórica celebración, cuando laboraba en un taller de la Empresa Pecuaria, la cual fabricaba medios para sus trabajadores.

“Pero, además de pronunciarse en ocasión tan significativa como el acto en que se reconoce a la Isla por sus resultados ascendentes, esa frase trascendió aún más –medita– por empuñarse en una etapa histórica que entonces no nos imaginábamos, porque esa sería la última visita realizada por el Comandante Fidel al territorio y compartiera físicamente con los pineros, aunque nunca dejó de estar pendiente de nuestros problemas y logros, de manera que el Sí se puede fue el eterno compromiso con él.

“Del acto –desgrana emocionado los recuerdos quien hoy trabaja en el hospital general docente Héroes del Baire– no olvido la convocatoria al masivo acto en el Presidio Modelo, adonde llegamos aquella tarde en una patriótica marcha desde Nueva Gerona para no ocasionar gastos del poco combustible que teníamos.

“Lo más impactante fue ver salir a Fidel junto a otros sobrevivientes de la gesta del Moncada cuando se abrieron las puertas del edificio central, por donde saliera en libertad el 15 de mayo de 1955, después de haber sufrido la injusta cárcel.

“A ambos lados dos grandes banderas, la cubana y la del 26 de Julio, presidían el acto con mucho simbolismo, –evoca– a lo que se unió el espíritu revolucionario de los miles que estábamos allí frente a la escalinata cargados de consignas y carteles confirmando la decisión de seguir adelante cuando otros en el mundo pensaban que eran los días finales de la Revolución”.

Héctor extrae entre los papeles guardados con celo un ejemplar del periódico Victoria publicado apenas horas después de la celebración y lee con orgullo varias frases del histórico discurso de Raúl, entre ellas una convocatoria que –enfatiza– “no debemos olvidar nunca”:

‘…aprovechamos esta tribuna –expresó el General de Ejército– para exhortar a todos los revolucionarios y patriotas a cerrar filas, al combate unido bajo la dirección del Partido en cada provincia, municipio, consejo, comunidad, centro de trabajo o estudio, con la convicción de que la fuerza y la inteligencia de las masas cohesionadas ¡todo lo pueden! Y que el período especial será una nueva batalla victoriosa en la heroica historia de nuestra Patria, bajo la suprema dirección de Fidel’.

“Así ha sido su llamado, a mantenemos más firme –comenta el entrevistado–; nos acompaña a cada familia, a cada cubano en lo individual y en lo colectivo, además le hemos demostrado al mundo que aquí seguimos más unidos y confiados, con nuevos bríos, que hay Revolución para la eternidad, y en especial lo hemos reiterado al gobierno de turno de EE. UU. que ya soñaba con que Cuba estuviera en sus manos, pero aquí estamos de pie y venciendo las dificultades.

“Continuaremos siendo fieles a las enseñanzas del Comandante en Jefe, de Raúl y de la nueva dirección del Gobierno, encabezada por Miguel Díaz-Canel Bermúdez”, afirma y agrega: “Hemos alcanzado un desarrollo nunca imaginado, hemos tenido que ser innovadores en todo, pero sin claudicar jamás”.

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Diego Rodríguez Molina
Diego Rodríguez Molina

Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana. Tiene más de 40 años en la profesión

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