De cómo los protectores de la embajada de Venezuela en Washington hicieron huir al fracasado embajador de Guaidó en la sombra

Los protectores de la embajada celebraron otro éxito. Habían frenado el intento de toma en una jornada crucial, mientras el golpe de Guaidó se desplomaba en Caracas. Foto: The Grayzone.

Se suponía que iba a ser un día de triunfo para Juan Guaidó y sus fuerzas en Washignton DC. En Caracas, la oposición había lanzado la “operación verdad”, un intento de golpe de Estado con el que esperaba hacer cambiar de postura a altos responsables en el Ejército y en el gobierno, para entregar el Palacio de Miraflores a Guaidó.

Mientras, en Washington el auto-declarado embajador Carlos Vecchio estaba preparado para tomar control de la embajada de Venezuela y hacer a un lado a los representantes del gobierno de Nicolás Maduro.

Pero ya para el final del día feriado del Primero de Mayo el complot de Guaidó había sido rotundamente derrotado, y se vio a Vecchio salir huyendo de la embajada luego de que su discurso ante medio centenar de seguidores fanáticos de derecha fue empequeñecido por un grupo de manifestantes anti-golpe fuera y dentro de la sede diplomática. Fue una derrota humillante para la oposición apoyada por EE.UU., que no ha alcanzado una sola victoria concreta desde que lanzó su nuevo plan golpista hace más de 75 días.

Por más de una semana, un grupo de ciudadanos estadounidenses, que se llamaron a sí mismos Colectivo de Protección de la Embajada, han impedido el plan de la oposición de tomar la embajada por la fuerza, negando al liderazgo opositor la fachada de legitimidad que ha estado buscando desesperadamente.

Miembros del Colectivo se mudaron al interior de la embajada tras una invitación de los funcionarios que representan al gobierno de Venezuela, y han mantenido su presencia las 24 horas para impedir que un grupo opositor ocupara las instalaciones.

El 3 de abril, el grupo pro-golpe fuera de la embajada se tornó violento, agrediendo físicamente a integrantes del grupo protector y profiriendo insultos racistas, sexistas y homofóbicos contra ellos.

Al día siguiente, un opositor irrumpió en la embajada y comenzó a saquear una habitación antes de ser sacado por oficiales del Servicio Secreto. Horas después, una pequeña banda de miembros de la oposición destruyó cámaras de seguridad instaladas en la embajada. El Servicio Secreto (de EE.UU.) no ha hecho nada para prevenir o sancionar actos que violan el código civil del Distrito de Columbia y el artículo 22 de la Convención de Viena sobre protección de sedes diplomáticas.

A las 5:00 p.m. del Primero de Mayo, Vecchio arribó con una bandada de seguidores muy bien peinados y en traje formal, con la imagen de un equipo de profesionales listo para ponerse a trabajar. Mientras esperaban para hacerse cargo de la sede, trajeron un letrero de apariencia legal y equipamiento para fijarlo a la puerta delantera.

Pero el cambio de la guardia nunca tuvo lugar. Tan pronto Vecchio se lanzó en lo que se suponía era un discurso de victoria, sus palabras quedaron ahogadas por cantos desde adentro de la embajada y desde el otro lado de la calle, donde manifestantes contra el golpe llenaban la acera.

Minutos después de su resumido discurso, Vecchio se alejó del mitin y huyó acera abajo, mientras agentes del Servicio Secreto y opositores que lo protegían empujaban alejando a los reporteros. Su apurada salida de la escena marcó el fracaso de un obvio truco publicitario muy mal concebido.

Luego de que Vecchio abandonara la escena, los integrantes que quedaban del grupo opositor retornaron a sus prácticas favoritas: lanzar invectivas racistas y sexistas y amenazas de muerte contra quienes protegían la embajada, vandalizar la sede diplomática y pasar el tiempo con los agentes del Servicio Secreto.

Dentro de la sede diplomática, los protectores de la embajada celebraban otro éxito. Habían frenado el intento de toma en una jornada crucial, mientras el golpe de Guaidó se desplomaba en Caracas.

“Hoy fue una gran victoria del Colectivo de Protección de la Embajada”, declaró a The Grayzone Kevin Zeese, uno de los organizadores de la acción para proteger la embajada.

“Vecchio sufrió el bochorno de venir a ‘su’ embajada y ser callado. No pudo exigir que abandonáramos la embajada. Ahora podemos decir que el golpe está fracasando incluso en Estados Unidos”.

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