La prensa ubica el tema en sus portadas y titulares, en medio de las expectativas por la repatriación de los franceses que se encuentran en la ciudad de Wuhan, epicentro de una enfermedad a la que se atribuyen 80 muertos y más de dos mil 700 contagios en el gigante asiático, y presencia en una cantidad creciente de países.
La víspera, la ministra de Salud Agnès Buzyn anunció que a mediados de semana se materializará el retorno por vía aérea directa, en coordinación con las autoridades chinas.
De acuerdo con la titular, la repatriación será supervisada por un equipo médico, y los franceses tendrán que permanecer en un lugar de vigilancia por 14 días, el período de incubación estimado del microorganismo causante de una neumonía que puede resultar letal.
Buzyn había confirmado el viernes los tres primeros casos de coronavirus en el país y Europa, dos hospitalizados bajo medidas de aislamiento en esta capital y uno en Burdeos, los tres con viajes recientes a China.
Las reacciones no se han hecho esperar, entre ellas la decisión del sindicato francés de turoperadores SETO de suspender los viajes organizados a la nación asiática hasta el próximo 21 de febrero, argumentando el cierre de algunos sitios turísticos, lo cual afecta cualquier programa.
También el fin de semana, autoridades de París y Burdeos suspendieron actividades de celebración por la comunidad china del Nuevo Año Lunar.
Por su parte, diversas fuentes, entre ellas médicas, aseguraron que Francia está preparada para lidiar con un eventual incremento del número de casos de coronavirus.
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