Con la sicóloga de abuelos

El acelerado envejecimiento poblacional mundial ha originado la necesidad de disponer de más personal especializado en la gerontología, ciencia destinada a estudiar ese proceso natural.

En Cuba, las instituciones dedicadas a la atención al adulto mayor, cuentan con un equipo de médicos, enfermeras, gerontólogos o geriatras, rehabilitadores, podólogos, dietistas, trabajadores sociales, sicólogos, entre otros. Estos últimos son fundamentales con la transformación de las funciones mentales en esas edades.

“Las investigaciones clínicas realizadas en los últimos años, demuestran que en ese grupo de edad, las enfermedades mentales tienen una prevalencia del 40 al 45 por ciento, estadística donde se incluye toda una gama de problemas sicogeriátricos reversibles e irreversibles”, refiere una investigación de Zoila Edith Hernández Zamora, de la Universidad de Veracruzana, México.

Foto: Melissa Mavis Villar De Bardet(*)

La prevención de tales padecimientos es una de las misiones de los sicólogos. Del tema explica Lorena Rumayor Fernández, sicóloga de la casa de abuelos Alegrías de vivir, en Nueva Gerona sobre esa atención a adultos mayores institucionalizados.

No esperaba encontrarme con una persona tan joven y talentosa. Con solo 29 años y seis de experiencia profesional, ella demuestra amor por su carrera.

¿Qué importancia tienen las casas de abuelos?

Muchos mayores no desean vivir en instituciones, lo consideran señal de rechazo por la familia. Sin embargo, tal ubicación cubre necesidades del anciano y su familia, pues son instituciones diurnas. Allí reciben individuos carentes del amparo de familiares, ausentes durante el día.

Suelen presentar dificultades en las actividades de la vida diaria, incluyendo las recreativas y deportivas; no obstante encuentran aquí un lugar donde reciben la atención requerida por el personal encargado de satisfacer las demandas de los adultos mayores y garantizar la correcta rehabilitación de estos.

Alegrías de vivir tiene el propósito de mantener o mejorar el estado de salud de los ancianos, (en términos de autonomía), vincularlos a la sociedad, incentivarlos al intercambio y socialización con otras generaciones, para contribuir a elevar su calidad de vida, mediante consultas y terapias gratuitas, de 7:30 a.m. a 5:30 de la tarde.

¿Cuál es la función del sicólogo dentro de estos centros?

Dentro de sus tareas se encuentran la aplicación de técnicas, tanto individual como grupal, para lograr armonías de convivencia y facilitar su integración. Se ofrecen terapias cognitivas, con el objetivo de estimular la memoria, pensamiento, atención y lenguaje, procesos de gran importancia para este sector poblacional. Las terapias sicoafectivas previenen estados emocionales depresivos, conductas suicidas, demencias, entre otras complicaciones.

Los sicólogos, de conjunto con los demás del equipo multidisciplinario, evaluamos para actualizar el estado sicoafectivo y cognitivo de los adultos mayores, así como continuar o modificar el tratamiento. También realizamos y presidimos las Comunidades Terapéuticas en estos sitios para intercambiar con los huéspedes y conocer satisfacciones e insatisfacciones con los servicios. 

Notificamos a la dirección cualquier riesgo inminente para la vida de algún longevo y si es necesario, proceder a su remisión hospitalaria. Un sicólogo siempre debe investigar, capacitarse y preparar al personal del centro para evitar abusos o maltratos a los residentes.

¿Todos reciben la misma atención sicológica?

Aunque todos la reciben, esta va dirigida a satisfacer demandas individuales. Aquí conviven 34 personas mayores de 60 años con intereses, necesidades y personalidades diferentes.    

¿Por qué es fundamental esta atención?

Esta etapa de la vida está asociada a una mayor probabilidad de enfermar y menor actividad e implicación social; motivos por los cuales aparecen falsas concepciones sobre este grupo etario. Esto, unido a la aparición de los acontecimientos como: la jubilación, viudez y la idea de estar próximo a la muerte, son cuestiones favorecedoras en la aparición de crisis. Por tal motivo es fundamental brindar la atención y apoyo sicológico necesarios.

¿Y durante el aislamiento social por la covid-19?

Durante la mayor amenaza de la pandemia, las principales intervenciones para el manejo sicológico de los adultos mayores, fueron encaminadas a la actualización de su estado sicoafectivo, mediante la identificación de las alteraciones emocionales y  cognitivas relacionadas con el proceso de aislamiento social.

Realizamos intervenciones ante trastornos de ansiedad, depresivos y del sueño. Reforzamos la observación para detectar urgencias siquiátricas y fomentó la comunicación por vía telefónica.

Luego de la reapertura de la Casa de Abuelos, posterior al cierre forzoso provocado por la covid-19, se han retomado las actividades, en espacios abiertos y cumpliendo las medidas orientadas como el distanciamiento y uso del nasobuco.

Reflexionamos sobre las experiencias desarrolladas durante este período y el aprendizaje adquirido e intervenimos, además, para potenciar las relaciones sociales, las cuales disminuyeron en el confinamiento. De igual manera nos planteamos nuevas metas”.

¿Qué nuevos desafíos se propone el centro?

Nos proponemos vincular socialmente a las personas de 60 años en adelante, hacerlas sentir útiles y mejoren su calidad de vida. El sicólogo en las instituciones de atención al adulto mayor es un paso de avance para este sector poblacional y trabajar con él es muy provechoso, porque quienes transitan por la Tercera Edad acumulan mucha experiencia y saberes de los cuales podemos aprender.

(*) Estudiante de Periodismo

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