A camisa quitada, como se dice en buen cubano, la máxima dirección del territorio, dirigentes campesinos y productores aúnan criterios como parte del proceso político dirigido a impulsar la producción de alimentos, con el fin de lograr el autoabastecimiento y la soberanía alimentaria en medio del complejo escenario matizado por el impacto del bloqueo yanqui y la covid-19.
Los intercambios, que se extenderán a cada una de las cooperativas, iniciaron este martes en la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Jesús Menéndez en La Demajagua y entre los asuntos más debatidos destacaron el precio de las producciones, la contratación, disponibilidad de insumos y fertilizantes, combustible, empleo de la ciencia y organización de los procesos.
A pesar de las dificultades expuestas por los productores, el compromiso fue sembrar más para garantizar la alimentación del pueblo como ha convocado la máxima dirección del país.
No obstante, para concretar el propósito quedó claro que urge atemperarse a las exigencias actuales, que cada quien haga lo que le toca, aprovechar cada pedazo de tierra útil en desuso, buscar alternativas y retomar viejas experiencias para paliar la escasez de insumos y emplear con mayor eficiencia los recursos.
Para la actual campaña de frío, iniciada este primero de septiembre, está previsto sembrar 600 hectáreas más que lo plantado en la precedente. Ello indudablemente requerirá de más esfuerzo y poner en práctica lo antes expuesto.
De igual forma será necesario lograr un mayor acercamiento entre las estructuras, desde el máximo nivel hasta la base, así como el acompañamiento de la Universidad desde la preparación de la tierra hasta la producción final, en aras de aplicar ciencia a la agricultura.
Las principales inquietudes de los campesinos residen en el precio de producciones que no son estimulantes, así como en la escasez de combustible y recursos, sin embargo es preciso prestarles mayor atención a la contratación, distribución y comercialización.
Es vital ser sistemáticos en la distribución y variar ofertas, cultivar más para suplir el déficit de rendimiento por el poco fertilizante disponible, planificarse mejor para obtener frutos cada mes y poner el conocimiento campesino en buscar soluciones.
En ese sentido multiplicar las buenas experiencias que exhiben resultados palpables sobresale como una opción a incrementar, pero también la superación constante de aquellos que hacen producir la tierra necesita formar parte de su accionar diario.
El contexto actual es complejo, mas, los presentes reafirmaron garantizar la alimentación del pueblo sin improvisación, lograr encadenamientos productivos y eliminar la mentalidad importadora.
La CCS Jesús Menéndez tiene como objeto social la entrega de carne y leche. Al cierre de agosto había aportado 38 toneladas (t) de carne y 195 000 litros de leche, además 88 t de mango, 32 t de melón, 27 t de tomate, 24 t de yuca, 17 t de frijol, seis de pepino, cinco de boniato, tres de chopo, 465 kilogramos de ganado menor y poseen ocho hectáreas de malanga para las dietas médicas.
Asimismo, donaron cinco toneladas de producciones destinadas al enfrentamiento a la covid-19. Precisamente como colofón del encuentro las máximas autoridades y dirigentes de las organizaciones agrícolas reconocieron a quienes aportaron en la batalla contra la pandemia que aún azota a la humanidad.
Hay que buscar la fuerza de muchos jóvenes que están ociosos para desarrollar la agricultura cubana!. Hay que sembrar más!.Es necesario y es una obligación que los jóvenes entiendan que el país necesita de ellos!. Para comer hay que trabajar y hay que sembrar más!