Centinelas permanentes de la flora y la fauna

Consagración, profesionalidad, amor por la naturaleza y su protección distinguen a una valerosa tropa de combatientes del Ministerio del Interior que este diez de abril conmemoró el 62 aniversario de su creación, el Cuerpo de Guardabosques, vigía de la flora, la fauna y rectores en la preservación de los recursos naturales.

Roberto ingresó al Cuerpo de Guardabosques en 1995. Foto: Yuniesky La Rosa Pérez

Recorrer los bosques abarcando grandes extensiones de estos macizos, enfrentar lo que vaya en contra de los procesos naturales e incentivar a las personas a cuidar el medio ambiente forman parte del quehacer diario de muchos que como Roberto Pérez Sánchez, jefe de grupo del Circuito Norte de Protección, ha dedicado gran parte de su vida a esta noble tarea.

Comenzó, según nos cuenta, en una época más difícil que la actual, hace 26 años, y con el transcurrir del tiempo, su perseverancia en el estudio de los documentos y las leyes que rigen su actividad, así como el apoyo de sus compañeros, se ha apropiado de un amplio caudal de conocimientos que hoy pone en práctica junto al resto de la fuerza.

“En estos momentos nos encontramos enfrascados en la protección de los bosques de los incendios forestales –destaca Pérez Sánchez–, este propio año hemos disminuido la ocurrencia de esos siniestros a través del trabajo realizado desde la jefatura hasta los que laboramos en el área.

“Estamos distribuidos por diferentes zonas, vigilando que no se nos queme la naturaleza, pero también velamos para evitar la tala indiscriminada de árboles, en pos de la salvaguarda de especies endémicas como la cotorra y contra otras violaciones cometidas por indolentes tanto dentro del bosque como fuera de él.

“Recorremos grandes extensiones en horario diurno y nocturno de conjunto con los factores del barrio, hacemos cierres y otras actividades con las entidades enclavadas dentro del entorno y a la vez nos esforzamos por lograr más influencia en la población”.

Respeto a la campaña contra incendios forestales, enmarcada del primero de enero al 31 de mayo, explicó que las fuerzas que intervienen en ella reciben una preparación previa para enfrentar en mejores condiciones esa etapa crítica.

Una de las experiencias positivas que conserva Roberto está relacionada con el trabajo con los niños a través de los círculos de interés. “Constituye motivo de orgullo ver a jóvenes que enseñamos desde pequeños crecer como buenos seres humanos e incorporarse a nuestra filas”.

Convocó a las nuevas generaciones a acompañar a los más experimentados en la batalla por proteger nuestro hábitat, porque esta es una tarea de todos.

Díaz ponderó la dedicación de esa tropa por preservar los recursos naturales.
Foto: Yuniesky La Rosa Pérez

Así también lo ponderó Ernesto Díaz Cárter, responsable de la gestión de la protección de los recursos naturales del Cuerpo de Guardabosques en el Municipio.

Díaz Cárter subrayó que el grupo dirige su faena a partir de varias vertientes como la enseñanza, el monitoreo, las actividades en el bosque y la aplicación de la legalidad establecida en Cuba, encaminada al resguardo de la floresta como recurso natural determinante en la vida del hombre y el medio ambiente.

Inmersos ahora en el período crítico de la campaña de protección contra incendios forestales, Ernesto señala que con antelación ejecutan acciones de prevención, enfatizando en las comunidades y entidades colindantes con las zonas boscosas, preparando a este personal para el manejo del fuego.

“Tenemos una actividad denominada uso del fuego beneficioso

–asegura–, nosotros educamos a estas poblaciones en cómo debe utilizarse este elemento para la cocción de alimentos, el alumbrado nocturno, castrar colmenas y quemas controladas destinadas a la preparación de tierras para la siembra.

“Para este particular aclaramos que deben solicitar un permiso del uso del fuego, nosotros nos presentamos en el lugar y explicamos cuáles son los requisitos que deben cumplirse”.

La labor dirigida a las personas para concientizar la necesidad de proteger el patrimonio forestal es ardua, se insiste en la importancia de adoptar las medidas pertinentes para evitar la propagación del fuego utilizado en las actividades antes mencionadas, pero también se combate la indisciplina.

“En la actualidad se ha incrementado el tránsito de individuos por el bosque por diferentes motivos, los identificamos e informamos sobre los conceptos con los cuales trabajamos. Asimismo, establecemos alianzas con las autoridades de estas comunidades para de conjunto fortalecer el cuidado de los espacios verdes.

Integrantes de esa fuerza construyen una torre de vigilancia en lo alto del cerro San José.
Foto: Yuniesky La Rosa Pérez

“Para integrar nuestras fuerzas es imprescindible el amor por la flora, la fauna, recorrer el monte, valorar todo, desde el animal más pequeño hasta la planta más exótica.

“Quienes nos dedicamos a esta actividad somos abnegados, no descansamos en la preparación para enfrentar los obstáculos que se presentan, la mayoría de las ocasiones en zonas intrincadas donde a veces no podemos llegar con la técnica; sin embargo los hombres con sus herramientas especializadas acometen la misión bajo condiciones difíciles, incluso hasta bien tarde en la madrugada,  pero con el objetivo principal de minimizar los daños de los siniestros.

“El Cuerpo de Guardabosques se debe al pueblo y forma parte de una actividad de todos, pues los recursos naturales pertenecen a todos, debemos aunar esfuerzos en pos de preservarlos para la posteridad y no permitir que se pierda en llamas”, concluyó.

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Yuniesky La Rosa Pérez
Yuniesky La Rosa Pérez

Licenciado en Comunicación Social en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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