Camilo entre los pineros

En la entonces Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud, dejó su huella Camilo Cienfuegos Gorriarán cuando la visitó hace 60 años.

Recién llegado de EE.UU., donde cumpliera una misión del Ejército Rebelde, para contrarrestar campañas difamatorias, arriba al aeropuerto local en las primeras horas del 17 de febrero de 1959.

Pero ¿qué premura traía que no avisa, ni espera vehículo y va a pie hasta Presidio Modelo? Su propósito no estaba ajeno a la compleja situación de las semanas posteriores a la victoria, en que la Revolución hacía grandes esfuerzos por la unidad y enfrentar la hostilidad imperial.

Una vez más el Héroe de Yaguajay era el jefe capaz de encarar momentos difíciles, como el quebrantamiento del orden por los presos comunes. Tales acciones estaban promovidas por la errónea creencia entre los antisociales de que la Revolución significaría su liberación, y el hecho también de que en la guardia de la cárcel aún existieran elementos de la derrocada dictadura.

Aclara a los detenidos e imparte órdenes antes de seguir para Nueva Gerona, donde ante la multitud a su alrededor en la céntrica calle Martí, augura el despegue de una región antaño olvidada: “…Fidel va a cambiar tanto Isla de Pinos que ni ustedes mismos la van a conocer”, expresa.

Conversa con los trabajadores del Ayuntamiento (gobierno local), y apenas la población advierte su presencia lo rodea y sigue tras él por las calles risueño y saludando a cuantos lo aclamaban a su paso. Esa tarde saca tiempo para visitar El Abra, 89 años después la breve estancia de José Martí, a quien honraba cada día.

De su visita a la Isla dejó su firma en el libro de visitantes en el museo El Abra y otros recuerdos de su admiración por el Apóstol.

Ese mismo año de 1959, el 28 de octubre y con solo 27 años se interrumpió físicamente su historia, pero siguió viviendo en el recuerdo de su pueblo y la eternidad de sus ideales antimperialistas y de justicia

Después de confirmarse la noticia de la desaparición física, el Che expresó: “Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa…’”.

Otros artículos del autor:

    None Found

Aniversario 60 de la desaparición de Camilo Cienfuegos
Diego Rodríguez Molina
Diego Rodríguez Molina

Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana. Tiene más de 40 años en la profesión

Colaboradores:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *