Amar al Maestro, a Cuba

Foto: Yoandris Delgado Matos

Una oportunidad de sentir, honrar y, sobre todo, de pensar a José Julián Martí Pérez es el 28 de enero. Pero en esta ocasión, cuando conmemoramos los 168 años de su natalicio, la compleja situación epidemiológica restringe algunos de los tradicionales homenajes.

En especial, niños, adolescentes y jóvenes pineros harán de las maneras posibles para el festejo el mejor y más sentido tributo al Héroe Nacional, desde el pupitre hasta el ciberespacio con creatividad… en constante reflexión y estudio de su vida.

Tras las huellas del Maestro caminamos, en tanto se respetan los protocolos sanitarios que limitan el contacto para evitar el contagio. Se recuerda, sí, en escuelas, hospitales, campos, comunidades, industrias… donde persisten sus ideales.

Y lo multiplicamos también en cada espacio, porque nos es tan necesario en medio de mediáticos intentos por tergiversar sus doctrinas y poner en duda la presencia y vitalidad de su legado en el pueblo cubano.

Los jóvenes conocen de cerca de los macabros propósitos, mientras, conectan puentes para el encuentro con las ideas del joven José Julián y su contemporaneidad, para seguir en esa línea de pensar y actuar como país, que es lo mismo que obrar martianamente.

Mas ser martianos no es cuestión de palabras; entonces, la meta es trabajar sin descanso por Cuba y como siempre vencer obstáculos, combatir toda injusticia, ser útiles y servir a la Patria sin condiciones.

Estos tiempos así lo exigen, por ello estudiar, razonar y comprender el pensamiento de Martí es el imperativo cuando de símbolos y a pensamiento es la guerra a la cual nos llaman desde el

Norte hace más de seis décadas.

Mucho queda por contar sobre el Apóstol, no caben dudas. Por ello cuanto hagamos ha de estar orientado a acercar cada vez más a las nuevas generaciones y educarlas en aprehenderlo, bien sabemos que ni se quiere ni defiende lo que no se conoce; hacer suyas esa manera tan peculiar de ver el mundo, entenderlo y vivirlo es la mejor forma de amarlo, de amar a Cuba.

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Casandra Almira Maqueira
Casandra Almira Maqueira

Licenciada en Estudios Socioculturales en la Universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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