“Me siento realizada con los casi 20 años en esta enseñanza; quiero tanto a mis niños que no tengo palabras para explicarles lo que se siente, en especial cuando crecen, se acercan y te cuentan que ya están incorporados al trabajo”.
Así explicó su sentir la maestra Magalis Bello Peña, quien junto a María Elena Cano Soallero, recibió la medalla Por la Educación Cubana con motivo de la jornada de homenaje que se realiza por los 60 años de la Educación Especial este cuatro de enero.
Estas maestras de la escuela especial José Martí son ejemplo de la constancia para lograr el desarrollo de niños con deficiencias intelectuales, auditivas, visuales y trastornos del lenguaje que requieren atención especial.
Antes del triunfo de la Revolución, la Educación Especial en la Isla de la Juventud no existía. Hoy, solo en la escuela José Martí son atendidos 199, según informó Yordankys Díaz Reyes, su director.
“Nuestra escuela –comentó Yordankys– también se encuentra inmersa en el tercer perfeccionamiento de la educación cubana, un proceso en el cual trabajamos con proyectos de grupo que realizan círculos de interés y talleres docentes para la preparación de los educandos con vistas a la vida laboral e independencia. Tras el reinicio escalonado del actual curso sistematizamos los contenidos para vencer los objetivos”.
Díaz Reyes es un joven director que inició como maestro de ese centro y transitó por diferentes cargos hasta llegar al actual: “Ha sido una experiencia muy grande; tres cursos estuve como maestro, otros dos como subdirector y posteriormente pasé a ocupar la dirección, desde donde defiendo esta conquista de la Revolución”.
Variadas acciones tienen lugar para rendir homenaje a estos educadores, entre ellos el estímulo a aquellos con más de 45 años en el sector, cuya atención a los colegiales que precisan de sus servicios es organizada, masiva y sistemática, otra de las grandes obras legadas por Fidel.
