Recuerdo que cuando pequeña no suponía la existencia de una historia de la Isla antes de los años de la década del ’70 del pasado siglo y los contingentes juveniles. Lejos estaba de imaginar que aquí se luchó en cada etapa de nuestra gesta independentista, que nosotros también tuvimos mambises.
A 125 años de la toma del Balandro Margarita por aquel grupo de muchachos, armados casi únicamente de valor, cualquier palabra es poca. La mejor manera de mantener viva esa memoria es asumir su ejemplo como guía para la defensa de las conquistas alcanzadas.
La “expedición más arriesgada”, como la calificara Antonio Maceo, demostró que ningún obstáculo sería insorteable si lo que estaba en juego era la lucha por los ideales libertarios, ese es el legado que dejaron Irene Hernández, Ángel Abascal, Victoriano Guerrero y el resto del grupo a las generaciones de hoy.
El 11 de enero de 1896 con el grito joven de “¡Viva Cuba libre!” a todo pulmón se escribiría para la eternidad la participación de esta ínsula en las acciones de la Guerra del ’95, liderada por José Martí.
Los tiempos atípicos que corren, ensombrecidos por la amenaza de una pandemia, no permitieron un homenaje más grande, sin embargo la fecha no pasó por alto. La presencia de autoridades locales, estudiantes, miembros de las Tropas Guardafronteras y de la Unión de Jóvenes Comunistas refrendó el compromiso a respetar y velar por la vigencia de nuestra memoria histórica.
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