Cinco Palmas: vaticinio de victoria

Foto: Internet

En la entonces finca El Salvador de Mongo Pérez, agrupadas como los dedos de las manos, crecieron cinco palmas que fueron testigo aquel 18 de diciembre de 1956 del reencuentro de dos hermanos: Fidel y Raúl. También de un vaticinio del Máximo Líder: “Ahora sí ganamos la guerra”, al contar los hombres y las armas a su alcance.

Eseepisodio de la patria demostró al pueblo y al mundo la decisión de un grupo de jóvenes de vencer o morir por la liberación de Cuba.

Fidel tenía la seguridad de alcanzar la victoria si llegaba a la Sierra Maestra: “Si salimos, entramos, si entramos, llegamos, si llegamos, triunfamos”, aunque en un primer momento lo impidieron las adversidades, por ejemplo:la red de recepción prevista no funcionó por la difícil circunstancia del desembarco de los 82 expedicionarios del yate Granma en Las Coloradas, tampoco pudo auxiliar ni señalar la ruta de menor riesgo a los revolucionarios.

Tres días después, con el sorpresivo ataque de las fuerzas de la tiraníaa la columna rebelde mientras acampaba en las cercanías de Alegría de Pío ocurriósu bautismo de fuego y dispersión en varios grupos. Allí tres combatientes cayeron y otros resultaron heridos.También pelearon cuatro internacionalistas: Alfonso Villenzelaya, México; Ramón Mejías del Castillo, República Dominicana; Gino Donné, Italia y Ernesto Guevara de la Serna, Argentina.

La soldadesca desató una cacería y el ocho de diciembre, conocido como Sábado negro, en un solo día asesinaron a 17 rebeldes.

Después de los primeros choques con los esbirros quedaron en disposición de continuar 12 expedicionarios que rompieron el cerco del enemigo y se internaron en la Sierra Maestra, donde con la ayuda de Celia Sánchez Manduley, quien aglutinó a pobladores de Manzanillo, Niquero y Campechuela, y de familias campesinas y el respaldo desde la ciudad, fueron creando el Ejército Rebelde.

Fidel siempre dijo que “han engañado tanto al pueblo que es importante cumplir la palabra empeñada”, se refería a su expresión:“En el 56 seremos libre o mártires”.

Entre diciembre de 1956 y el 31 de diciembre de 1958 tuvo lugar la guerra de liberación que abarcó a todo el país. Y la predicción quedó cumplida: triunfaron al derrotar a las tropas desmoralizadas del dictador e hicieron la Revolución que perdurará por siempre.

 

 

 

 

 

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Mayra Lamotte Castillo
Mayra Lamotte Castillo

Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana; tiene más de 40 años en la profesión.

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