Cementerio en las afueras

Acaba de ser declarado Monumento Nacional el cementerio de los norteamericanos, huella de un tiempo de convivencias y luchas, a veces más abiertas por la soberanía sobre un territorio. Hay en ese cementerio, sin dudas, valores patrimoniales. Está situado en las afueras; lejos de la ciudad.

Pero el otro cementerio, el de la ciudad de Nueva Gerona, ya tiene más de cien años, no pocos valores patrimoniales y algunos desafíos ambientales y constructivos.

El 15 de septiembre de 1830 se levantó el acta de colonización de     Isla de Pinos, en la capital de Cuba. Esta acta fue publicada en el     diario de La Habana el 22 de diciembre del mismo año.  De tal documento, de gran relevancia histórica, nos interesa destacar el artículo once relacionado con el campo santo: “Creación de un cementerio a sotavento de la ciudad y a una distancia tal que a pesar del incremento poblacional que experimentara la ciudad quedara siempre a suficiente distancia de la misma”.

Ahí está el primer asunto, la ciudad creció tanto que ahora no queda en las afueras, sino casi en el centro de la ciudad, generando simbolismos y ciertos problemas; a su lado y separado por una calle, el hospital; en la otra esquina, la Mecánica, centro recreativo que suele disparar música como un chorro de sonidos entre los sábados y las fiestas de turno; y para terminar, la parada donde salen y rinden viajes las guaguas que dan ruedas por la Isla.

Desde el cuarto piso del hospital, mientras intentaba dormir bajo un mosquitero, aislado por sospecha de dengue, se escuchaba clarito la animación cultural de la Mecánica; menos mal que esta vez nadie preguntó: ¿Dónde está la gente de Nueva Gerooonaaaa? Porque con toda probabilidad, alguien desde el cubículo de un hospital podría haber respondido: ¡“Aquíiiii !”

Nueva Gerona tiene más de 59 mil habitantes; ya el cementerio es pequeño para tantos vivos en turno. Teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, el número de fallecidos por día podría aumentar en los años inmediatos.

Al realizar la exhumación, se ubica el osario en pequeñas cajas que permanecen en sitio que cada vez más reducido,¿dificultando las acciones de localización? Existió un proyecto de hacer otro cementerio en las afueras de la ciudad. ¿Y el proyecto de un crematorio? Es algo complicado la opción de cremación en La Habana, si antes hay que embarcarse en un catamarán, con poco tiempo y algunos trámites burocráticos.

¿Y el manto freático?, ¿suben demasiado las venas de agua en la profundidad del cementerio? ¿Y es adecuada la atención a las personas que dan sepultura a nuestros muertos? Todo es importante. Lo cierto es que en la Isla se necesitan acciones urgentes para enfrentar ese desafió de una población que creció como nunca imaginaron los españoles.

Por lo pronto, en la ciudad de Nueva Gerona, conviven la vida, la muerte, la fiesta y una parada de ómnibus, esperando partir en una guagua, o para ese lugar al que mi abuela Mercedes llamaba: El reparto bocarriba. Siempre que sea posible, en las afueras de la ciudad, donde la música sea el canto de algún sinsonte, y un lugar  más tranquilo para que no se asunten mucho los jardines.

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Opinión
Colaboradores:

3 Replies to “Cementerio en las afueras

  1. Tienes mucha razon y la comparto con todos, y ademas creo que todos tenemos esa m isma opinion y criterio sobre ese sementerio, que da pena cuando vas a ir despedirte de un familiar que amaste con tu vida y que termine en un hueco lleno de agua. Eso nadie se lo merese ni porque este muerto porque en realidad somos personas y no animales que mueren en la calle y alli quedan verdad.
    Es hora que determinen y den solucion a esta terrible problematica.

  2. Quisiera que en el periódico salieran los resultados que se dan en el programa Cuentas Claras del Telecentro Isla Visión, estoy harta de las especulaciones. Me gusta estar bien informada. Como ciudadana tengo ese derecho.

  3. Habria que desmontar mucho en el imaginario social? Es tan dificil ubicar el cementerio a una locacion nueva? Porque de algo tenemos que estar claros: la Mecanica no se va.

    La recreacion es necesaria, imperiosa diria yo. Y no hablo desde el punto de vista psicologico, sino desde las opciones. La Mecanica no se va simplemente porque no tenemos nada mejor.

    Yo añoro los domingos de Coppelia, Cine Caribe, Los Caballitos, La Dulceria, El Rodeo… y tantas cosas que te evocar aquella cancion de Maná: “donde jugaran lon niños?”

    Cuando Daddy Yankee lanzó su hit “Gasolina” mis coetaneos y yo disfrutabamos del “perreo” (nos tocaba por la edad) pero pasado el efecto de las burbujas que traen siempre las primeras veces, apostamos, yo inluido, que la vida del floreciente reggeaton, seria exigua y efimera. Han pasado veinte años, mi generacion casi se queda sorda, pero la que viene… bueno, mejor no apuesto.

    Lo que intento decir es que hablamos de un problema multifactorial. Podemos ser disonantes en cuanto a preferencias musicales pero lo que no tiene explicacion es que llevemos años haciendo el experimento de la Mecanica, y que las autoridades competentes no hayan notado el fortisimo impacto negativo que tiene la locacion denominada “Mecanica”

    Desconocer dicho impacto negativo es hablar desde la ignorancia, porque los efectos son evidentes y graves en la salud de las personas.

    Pero avanzemos en otro asunto. La locacion del cementerio no es adecuada y la atencion a sus trabajadores debe mejorar mucho, pero tambien la calidad de sus trabajadores, porque en carne propia he tenido que sufrir la indolencia y la irresponsabilidad de quienes alli laboran, y me refiero al cuidado de las tarjas, lápidas, bóvedas, panteones, tumbas en general, y en definitiva, el reposo final, con tanta frecuencia mancillado.

    Habria que pensar no en un problema, sino en muchos problemas, y mas importante aun, sus soluciones.
    Tenemos un hospital que no posee las mejores condiciones pues esta en reparacion (aun!!!). La poblacion envejece aceleradamente y no estan creadas las condiciones objetivas ni subjetivas para ese “golpe geriatrico”

    El socorrido argumento de la falta de recursos nos limita en cada paso, pero no nos detuvo eso para tener un boullevar, aunque aun existan personas afectadas en sus viviendas por hurcanes (desde el Lily!!!). Nuestro boullevar es bello, la Isla lo merece, pero merecemos tambien al menos un baño publico en la instalacion que funge como terminal de omnibus, asi como puestos de gastronomia, servicios, etc… en un lugar extrategico de nuestro bregar diario. Merecemos atencion adecuada para nuestros enfermos y ancianos, Merecemos lugares de esparcimiento para todos los grupos poblacionales. Mercemos tierras cultivables y cultivadas.

    Se deberia destinar alguna porcion de tanto suelo ferralitico al cultivo de la popularmente llamada “fruta de pan”. Esta planta crece hasta convrtirse en un arbol, produce durante todo el año, y por mi experiancia tiene una vida superior a los treinta años. Todo ese tiempo produciendo!

    Honestamente pienso que nos estamos autolimitando, que las autoridades no estan cumpliendo cabalmente sus funciones.

    Tan grotescos como los baobabs de Saint Exupery, son mis comentarios, sin el barniz de los acabados, pero con la misma urgencia con que los pintó para su principe, o la resonacia de aquellos aldabonazos de Chivás.

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