Accidentes evitables en tiempo de lluvia

Foto: Gerardo Mayet Cruz

Las persistentes lluvias durante las últimas semanas no solo benefician a presas y demás embalses del territorio, cuyos niveles se han elevado ya a más del 60 por ciento de su capacidad al acumular esta semana más de 139 millones 600 mil metros cúbicos de agua, y contrarrestan la sequía, sino que también obligan a ser más precavidos para evitar lamentables accidentes en tales condiciones.

Como parte de las medidas adoptadas en estas situaciones las autoridades de la Defensa Civil les recuerdan a las personas no bañarse en los aliviaderos ni pescar en esas zonas por los peligros que representan, más aún con el aviso de alerta temprana por intensas lluvias.

Amargas experiencias se han tenido con niños, jóvenes y adultos que terminan ahogados al no tener en cuenta las orientaciones, que igualmente alertan mayor cuidado a choferes y moderar la velocidad al conducir sobre el pavimento mojado.

Ante lluvias intensas se orienta, además, no transitar por lugares inundados, desobstruccionar tragantes y alcantarillas, limpiar azoteas y balcones, y eliminar vertederos y mi­crovertederos. También deben retirar objetos que puedan favorecer la proliferación de mosquitos, permanecer en local sin peligro de derrumbe o inundación, hervir el agua de tomar y aplicar medidas higiénicas sanitarias adecuadas.

Otra de las advertencias está relacionada con las posibilidades de tormentas eléctricas, ante las cuales se exigen acciones para evitar sus daños en la etapa en que con mayor frecuencia ocurren, desde mediados de abril hasta octubre.

La primera causa de muerte en el país por fenómenos naturales es provocada, precisamente, por rayos. Un promedio de 65 cubanos pierde la vida cada año tras ser alcanzados por la andana en forma directa, lateral o de paso.

Una de las medidas de protección ante la proximidad de una tormenta eléctrica consiste en acudir de inmediato a un lugar más seguro y permanecer allí hasta pasada la amenaza. Los especialistas recomiendan, asimismo, alejarse de espacios abiertos, actividades laborables y deportivas, de piscinas, duchas, lagos, ríos, playas y botes. Aconsejan, además, que en caso de estar en área abierta deben unirse los pies y mantenerse lo más bajo posible, si el refugio es en el interior de estructuras cerradas o automóvil, no tocar sus partes metálicas.

Tampoco deben acercarse a puertas, ventanas ni a objetos de metales como cañerías o grifos, así como a equipos y tomacorrientes, ni hablar por teléfonos fijos. Tampoco deben desconectarse equipos eléctricos y antenas de televisión antes y durante las tormentas, ni ocultarse bajo árboles o estructuras con  techos precarios.

 

 

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Isla de la Juventud Opinión
Diego Rodríguez Molina
Diego Rodríguez Molina

Licenciado en Periodismo en la Universidad de La Habana. Tiene más de 40 años en la profesión

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