Piratas del Siglo XXI: La maldita culpa sí la tiene alguien

Los Piratas del Imperio. Ilustración: Diego

Como modernos Piratas del Caribe actúan los principales personeros de la administración estadounidense. Blanden el sable para atemorizar, o compran voluntades con doblones. Intentan imponer ley y respeto por estos lares. Son una verdadera cofradía del mal: Trump, Pence, Bolton, Rubio, son algunos de los más conpiscuos filibusteros.

No importa que el más bigotudo de todos haya visto rodar su cabeza política por la furia electoral del Jefe de los Piratas. Su huella vandálica en estos lares está muy fresca y visible.

Apoderarse de los recursos financieros de otras naciones, apropiarse de recursos naturales, quitar de en medio a empresas rivales de sus monopolios, y hasta ahuyentar barcos de una hermosa isla del Caribe están entre sus modos de actuación.

Persecución implacable

El Bloqueo contra Cuba entró en una nueva fase en abril de 2019. En ese entonces la Casa Blanca apostó por un bloqueo naval selectivo contra Cuba, que obstaculizara la llegada al país de los combustibles necesarios para la economía y el desarrollo social.

Era un paso fruto de la furia contra la Revolución Bolivariana de Venezuela, a la que no han podido derrotar, y con propósitos de represalia contra Cuba, a la que han querido culpar del fracaso de su aventura venezolana.

El preparado antecedente de las medidas imperiales fue la intervención del autoproclamado Juan Guaidó en la Asamblea Nacional de Venezuela, el 11 de marzo de 2019, en la que, sin tener poder legal ni real alguno, anunciaba la suspensión de los envios de petróleo a Cuba con efecto inmediato.

El viernes 5 de abril, desde la Universidad Rice en Houston, en el corazón petrolero estadounidense, el Vicepresidente de ese país, Mike Pence, daba a conocer “sanciones” contra buques de la petrolera estatal venezolana PDVSA y contra compañías navieras de Grecia y Liberia por participar en los envíos de petróleo venezolano hacia Cuba.

Se trataba de hacer colapsar las exportaciones de petróleo venezolano, quitarle al gobierno de Maduro su principal fuente de divisas y de paso provocar penurias en la Cuba que tantos dolores de cabeza le ha provocado al imperio. “Los Estados Unidos continuarán ejerciendo toda la presión diplomática y económica para lograr una transición pacífica a la democracia”, justificaba el acto el segundo de Donald Trump.

Mientras, el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin, al explicar las medidas en Washington, adujo rampantemente en un comunicado las ideas aireadas insistentemente semanas antes por Marco Rubio y John Bolton: “Cuba ha sido una fuerza subyacente que ha impulsado el descenso de Venezuela a la crisis. El Tesoro está tomando medidas contra los buques y las entidades que transportan petróleo, proporcionando un salvavidas para mantener a flote al ilegítimo régimen de Maduro. Cuba continúa beneficiándose y apuntalando el régimen ilegítimo de Maduro a través de esquemas de petróleo por represión mientras intentan mantener a Maduro en el poder. Estados Unidos sigue comprometido con una transición a la democracia en Venezuela y con la responsabilidad del régimen cubano por su participación directa en la desaparición de Venezuela “.

Y así, “democráticamente”, la administración estadounidense identificó como propiedades bloqueadas a 34 barcos utilizados por PDVSA y al tanquero Despina Andrianna, propiedad registrada de la compañía Ballito Bay Shipping Inc, asentada en Monrovia, Liberia, y operada por Proper In Management Inc.

 

Las sanciones incluyen la congelación de los activos financieros que puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y la prohibición de transacciones financieras con las entidades y embarcaciones incluidas en el listado.En un enrevesado lenguaje, el Departamento del Tesoro establecía que “Como resultado de la acción de hoy, todos los bienes e intereses en la propiedad de estas entidades, y de cualquier entidad que sea propiedad, directa o indirectamente, del 50 por ciento o más de las entidades designadas, que se encuentran en los Estados Unidos o en posesión o control de los estadounidenses están bloqueados y deben ser reportados a la OFAC. Las regulaciones de la OFAC generalmente prohíben todos los tratos por parte de personas estadounidenses o dentro (o en tránsito) de los Estados Unidos que involucren cualquier propiedad o interés en la propiedad de personas bloqueadas o designadas.”

El ahora Secretario Asistente de Estado para el Hemisferio Occidental, Michael Kozak, divulgaba con agrado en Twitter el paso dado por su administración. Kozak fue Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba y uno de los organizadores de la provocación anticubana en ONU el pasado año.

 

El Senador Marco Rubio, impulsor de los planes agresivos de la administración Trump contra Cuba, se regocijaba con fruición por lo anunciado y adelantaba que vendrían nuevas medidas en las próximas semanas:

Extendiendo el cerco

El anuncio público de las medidas y el discurso usado por los personeros de la Casa Blanca buscaban amedentrar a otros para que no se involucraran en el legítimo comercio de combustibles entre Venezuela y Cuba.

El 12 de abril, la OFAC incluyó en la lista de sancionados a la compañía italiana PB Tankers S.p.A por haber contratado su tanquero Silver Point para trasladar combustibles de Venezuela a Cuba. La OFAC extendía la medida a los 6 barcos de esta naviera.

También fueron represaliadas  las compañías liberianas Jennifer Navigation, Lima Shipping y Large Range.

El 10 de mayo se impusieron medidas  a Monsoon Navigation, con sede en Islas Marshall, propietario registrado del petrolero Ocean Elegance, y a la liberiana Serenity Maritime, que, según el Tesoro, facilitaron entregas de crudo y productos petroleros de Venezuela a Cuba a principios de 2019.

Intentando atarnos de manos

El 3 de julio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunciaba medidas contra la empresa cubana Cubametales, por su contínua importación de combustibles venezolanos.

Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, anunciaba las medidas en un comunicado en el que justificaba: “Las sanciones dañarán los intentos de Maduro de usar el petróleo venezolano como moneda de cambio para ayudar a que sus apoyos compren protección de Cuba y de otros actores extranjeros perversos”.

El Gobierno de Estados Unidos apuntaba con ese paso no sólo al comercio de combustibles de Cuba con Venezuela, sino que trataba de desarticular a la empresa cubana encargada de la importación de los combustibles, los additivos y aceites que necesita el país y de la contratación de los buques que deben hacer el traslado de ese combustible desde cualquier mercado del que se importe.

Repartiendo zanahorias

Mostrando su cara perversa, el mismo día de las medidas contra Cubametales, el Departamento del Tesoro anunció el retiro de su lista negra de PB Tankers S.p.A, por haberse plegado a las exigencias de Washington.

Tras ser sancionada en abril, la compañía naviera había puesto fin al contrato de su tanquero Silver Point con Cubametales para transportar combustible entre Venezuela y Cuba.

El Departamento del Tesoro dijo socarronamente que “los cambios positivos en el comportamiento pueden resultar en el levantamiento de las sanciones”

Foto satelital del tráfico de barcos esta madrugada del 18 de septiembre de 2019. Los puntos rojos son tanqueros y supertanqueros. Varios bordean pero Ninguno se acerca a costa cubana. Eso se llama Bloqueo

¿Qué le importa a Marco Rubio que cocinen los cubanos?

La mejor muestra del propósito genocida y canallesco del cerco contra Cuba y de la arrogancia imperial es un tuit del Senador estadounidense Marco Rubio el 17 de julio en el que trata de intimidar a las autoridades de Trinidad y Tobago para que no permiten la llegada a Cuba de un cargamento de Gas Licuado GLP, utilizado por 1 millón 700 mil familias cubanas para la cocción de los alimentos..

Por esos meses del verano, el Gobierno cubano debió espaciar los ciclos de entrega del gas licuado por las cortas existencias del mismo en el país.

La denuncia cubana

Díaz-Canel se dirige al pueblo el 26 de julio de 2019, en Granma. Foto: Abel Padrón Padilla / Cubadebate

El pasado 26 de julio, en el Acto Central por el Día de la Rebeldía Nacional celebrado en Granma, el Presidente cubano denunciaba públicamente la escalada agresiva contra nuestro país, acentuada particularmente en el bloqueo al acceso de combustibles.

Señalaba Díaz-Canel en su discurso de aquel día:

Hoy denuncio ante el pueblo de Cuba y el mundo que la administración de los Estados Unidos ha comenzado a actuar con mayor agresividad para impedir la llegada de combustible a Cuba.

Con crueles acciones extraterritoriales de bloqueo hoy se trata de impedir por todos los medios el arribo a puertos cubanos de los tanqueros, amenazando brutalmente a las compañías navieras, a los gobiernos de los países donde están registrados los buques y a las empresas de seguro.

El plan genocida es afectar, aún más, la calidad de vida de la población, su progreso y hasta sus esperanzas, con el objetivo de herir a la familia cubana en su cotidianidad, en sus necesidades básicas, y paralelamente acusar al Gobierno cubano de ineficacia. Buscan el estallido social.

¡Qué poco nos conocen! ¿Cuándo acabarán de entender que la heroica familia cubana es capaz de enfrentar y resistir con dignidad los peores asedios y seguirse amando, aun en la distancia, porque nada ni nadie puede dividirla? (Aplausos.)

Nos quieren cortar la luz, el agua y hasta el aire para arrancarnos concesiones políticas. No se esconden para hacerlo. Declaran públicamente los fondos destinados a la subversión dentro de Cuba, inventan pretextos falsos e hipócritas para reincorporarnos a sus listas espurias y justificar el recrudecimiento del bloqueo.

Caricatura: Adán Iglesias Toledo/Juventud Rebelde.

 

Capacidad de resistencia

Han pasado cinco meses desde que comenzó este feroz asedio a cualquier tanquero que intente acercarse a Cuba a traer combustible, y de presiones continuas a navieras y compañías de seguro para conminarlos a no hacer contratos con Cuba.

Como afirmó desde el anonimato un funcionario de alto rango de la administración de Donald Trump en una teleconferencia con periodistas en julio pasado: “Cada acción que hemos tomado contra el gobierno cubano ha sido específicamente dirigida a sus redes financieras, a sus ingresos, a su comercio de petróleo”.

Pese a tamaño desafío, el Gobierno cubano ha podido hasta hoy minimizar el impacto de esta guerra brutal en la vida diaria de los cubanos.

La carencia de combustibles que estamos viviendo ahora en este caluroso septiembre, con un impacto directo en el transporte, la producción y otros ámbitos de nuestra cotidianeidad tiene culpables claros y canallescos.

Pero como otras tantas veces en que el imperio ha intentado doblegarnos, los cubanos estamos dando una respuesta viril, a la altura de nuestra gloriosa Historia.

De la serie PENSAR. Diseño: Rogelio Carmenate

‎P.D. (Agradezco a Johana Tablada sus apuntes en Facebook que me llevaron a la perversa ruta de este necesario tema)

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