Lázaro Machín (derecha) junto a Javier Negrín en la presentación del libro en la Asociación Hermanos Saiz
Foto: Yesmani Vega Ávalos

La historia del béisbol pinero se escribe día a día, en cada juego, con cada fildeo, cada lanzamiento y batazo, cada carrera. Muchos han sido los momentos a lo largo de estas casi seis décadas de béisbol revolucionario que han marcado el desarrollo de la pelota en la Isla y han quedado para la historia.

Uno de esos momentos trascendentales y que pudiera considerarse como el despegue definitivo de nuestro béisbol, fue la participación por vez primera de un equipo pinero en Series Nacionales.

Ocurrió en 1977, en la XVII Serie Nacional. Se sembraba así una de las semillas que años más tarde daría los frutos que recogemos hoy. A ese primer elenco que hizo historia, que además ha sido el único conjunto que se nombró Isla de Pinos, Lázaro Machín Pérez, colaborador del Victoria, dedicó su libro, Mi primer equipo, presentado recientemente como parte del evento literario Mangle Rojo.

A partir de la división político administrativa en 1976 la Isla adquiere el carácter de Municipio Especial y se aprueba con el apoyo de Napoleón Quevedo, comisionado nacional de béisbol, en aquel entonces, para que participe un equipo de esta tierra por primera vez en el clásico nacional.

Machín Pérez nos narra en el texto a través de entrevistas a la gran mayoría de los atletas que integraron esa nómina y al colectivo de dirección y de cómo ese plantel enfrentó el exigente reto de debutar en el pasatiempo nacional.

En voz de los protagonistas se podrán conocer las experiencias durante ese certamen, historias, anécdotas, de cómo fue el inicio en del deporte para cada uno de ellos, de los cuales varios vinieron desde la capital a reforzar nuestra escuadra solicitados con el propósito de hacer un buen papel en la justa.

Por solo mencionar a algunos podemos citar Jorge Tamayo, Reinaldo Herrera, Silvio Montes y Antonio Jiménez.

Nos cuenta Lázaro, quien también colabora con el resto de los medios del territorio, que el volumen muestra las estadísticas de esa histórica temporada, además de la labor de por vida de cada uno de los peloteros de la novena.

Todo ello gracias a una ardua faena investigativa que le llevó alrededor de cinco años completar. En ese lapso recorrió varias provincias del país para localizar a muchos de estos exbeisbolistas dispersos en toda Cuba.

Enhorabuena para el béisbol local y su rica historia contar con un texto que acerca al aficionado a esa primera incursión en el mayor espectáculo deportivo cubano, contado por nuestras propias glorias deportivas que marcaron el inicio de estos ya 41 años de presencia pinera con equipo en Series Nacionales.

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Yuniesky La Rosa Pérez
Yuniesky La Rosa Pérez

Licenciado en Comunicación Social en la universidad Jesús Montané Oropesa, Isla de la Juventud

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